¿Existen Aún las memorias USB?

 

Así que le respondí de manera irónica: ¿Existen aún las memorias USB?


Era agosto del 2009, Ángel un compañero de la universidad tenía una memoria USB con capacidad de almacenamiento de 8 GB que colgaba de su llavero junto a sus llaves del cual presumía con tal descaro puesto que la mayoría no tenía y unos cuantos apenas su memoria de USB contaba con capacidad de almacenamiento de 1 GB. Así que caminé lentamente de inmediato a comprar mi primera memoria USB de marca Kingston de capacidad de 4GB, con su colgante el cual me lo llevaba en el cuello conociéndome lo olvidadizo que soy.  Muy orgulloso guardaba mi información de trabajos, códigos fuentes (C++ y java), libros en PDF y algunas fotografías, desde luego con contraseña algunos archivos. Esto me llevó dos años utilizarlo, puesto que un día me lo perdí, y desde luego con información valiosa. Así que desde el 2011 pase a usar google drive y desde el 2012 utilizo el servicio de Dropbox.

De manera repentina me desconecté de las novedades en los pendrives o memoria USB, no fue que hace dos semanas le pedí un entregable a un gran colega de trabajo y me explico lo siguiente: “Lo siento, la matriz de datos estaba en mi memoria USB; mi computadora ya no lo lee. Tengo que tabular de nuevo los datos”. Así que le respondí de manera irónica: ¿Existen aún las memorias USB?

Esto me ha hecho reflexionar, cuanta información aún se pierde por desconocimiento o por falta de decisión o confianza para migrarse a servicios de almacenamiento en la nube que brinda google drive con 10 GB gratis, Dropbox que puedes ir acumulando espacio a medida que invites amigos y aún más me quedo con MEGA. Esto aún me sigue generando, puesto que desde el 2011 no utilizo medios de almacenamiento externo, las informaciones de la oficina de mis empresas están en drive y Dropbox, que de manera compartida mejoramos versiones de informes, ponemos archivos y todos conectados de manera segura y eficiente, generando una dinámica de trabajo que en esta pandemia no nos afectó, que el trabajo desde casa significó migración del estilo presencial a remoto, pudiendo medir las metas trazadas.

Mientras tomaba un café expreso conversando con un amigo que tiene su compañía de software, me comentaba que sus versiones de software lo realizan de la forma de pasar archivos por memoria USB entre su equipo de programación, siendo laborioso y tan fuera del común para muchos programadores. Le sonreí, y le pregunté:” ¿Por qué no usas GIT?” y le resalté que hay repositorios para GIT en Bitbucket, Github y otros más. Así que me respondió que lo hacía porque no sabía usar los comandos del GIT, le insistí que debería aprender.

Este mundo globalizado se acelera, el acceso a internet en casa, en el SmartPhone (desde servicios de datos), y otros dispositivos genera una tendencia de utilizar servicios de almacenamiento CLOUD. A medida que estemos más conectados dejaremos de utilizar los medios físicos de almacenamientos comunes como memorias USB, discos duros extraíbles, discos compactos y otros medios para darle confianza de guardar y asegurar nuestra información en los servicios de almacenamiento CLOUD.

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